Torreblanca, Castellón – Nueva forma de turismo para una transformación cultural y social del territorio – Paul Elvere DELSART 


Soy Paul Elvere DELSART, un diseñador de territorios estratégicos. Actúo por una transformación cultural y social de los territorios mediante la creación de narrativas territoriales, el desarrollo de proyectos transversales y el despliegue de una marca territorial alternativa para Torreblanca, Castellón, en España. Si he elegido desarrollar en Torreblanca un turismo de ficción inmersiva, un turismo de transformación, un turismo alternativo con alto contenido simbólico y un turismo de inspiración utópica, es porque busco establecer los cimientos de un nuevo modelo civilizacional que combine espiritualidad, ética, innovación social y ecología profunda. Mi ambición va mucho más allá del marco clásico del desarrollo turístico. A través de estas formas de turismo, propongo una experiencia transformadora donde cada visitante se convierte en actor del cambio, artesano de un futuro deseable y de una sociedad mundial reinventada. Mi proyecto se basa en una narrativa transmédia donde la frontera entre ficción y realidad se vuelve porosa, casi inexistente. Lo que llamo "turismo de ficción inmersiva" es en realidad un Juego de Rol en Vivo (ReV) en un mundo en proceso de transformación. Se inscribe en un universo narrativo, el del Imperio Verde de Oriente y de Occidente, que he concebido como un contexto de proyección y de prospectiva. En Torreblanca, esta ficción social toma forma concreta en lugares híbridos, educativos, ecológicos, espirituales, intelectuales y recreativos, etiquetados como LE PAPILLON SOURCE. Son infraestructuras reales en proceso de materialización que encarnan una utopía activa e inician dinámicas territoriales de cooperación, educación, creación, resiliencia y justicia social. Este turismo es también un turismo de transformación, ya que se basa en la idea de que el viaje no es una fuga ni un simple consumo de experiencias, sino un proceso de despertar y de transmutación interior. Los visitantes, al adentrarse en el universo del Imperio Verde de Oriente y de Occidente, experimentan una ruptura con lo cotidiano, una confrontación con valores fuertes, una puesta en perspectiva de su lugar en el mundo. Se reconectan con lo vivo, con su misión de vida, con su potencial de contribución. Busco así despertar en cada uno una nueva voluntad de compromiso con la humanidad y la naturaleza. El turismo que propongo es alternativo, en la medida en que escapa a las lógicas mercantiles clásicas y a los modelos prefabricados de ordenamiento territorial. Valora a los pequeños municipios, los territorios olvidados, los saberes populares y los recursos locales. Torreblanca se convierte así en un laboratorio de resiliencia y autonomía donde se desarrollan nuevas prácticas agrícolas, pedagógicas, de gestión del agua y de los recursos naturales, todo ello desde una perspectiva de desarrollo endógeno, circular y equitativo. Este turismo es profundamente simbólico, porque cada elemento del decorado, cada relato, cada instalación encarna una idea, un arquetipo, una visión. Las infraestructuras vegetales verticales, las Calderas Vegetales, son al mismo tiempo obras de arte, generadores de biodiversidad, lugares de meditación, símbolos de renacimiento. Son puertas hacia otra manera de habitar la Tierra. No se visitan simplemente, se viven, se sienten, se habitan desde dentro. Finalmente, lo que desarrollo en Torreblanca es un turismo de inspiración utópica. Asumo esta utopía como una necesidad vital para nuestra época. Frente al colapso de los modelos actuales, se vuelve imperativo concebir y probar otras formas de organización humana. Torreblanca es la matriz de una posible edad de oro, un prototipo de cooperación transnacional, un núcleo de la futura Unión Social Mediterránea. Lo que edifico aquí está destinado a reproducirse en otros lugares, en todos los continentes, por mimetismo positivo, hasta que todo el planeta se convierta en una red de infraestructuras educativas, ecológicas, espirituales y solidarias. No invento atracciones para entretener. Creo mundos para despertar, transmitir, sanar y federar. Hago del turismo una vía de elevación, una diplomacia de los pueblos, una herramienta para construir paz y armonía entre las civilizaciones. A través del programa EL4DEV y del Think and Do Tank LE PAPILLON SOURCE EL4DEV, propongo un modelo estructurado, sistémico, participativo, basado en la cibernética, la cooperación, la sabiduría, la belleza y la experimentación colectiva. En este sentido, Torreblanca es más que un punto de partida. Es un símbolo viviente, un santuario del futuro, un llamado a la unidad en la diversidad humana.