A - El programa EL4DEV – Una herramienta poderosa de soft power para fundar el Imperio Verde de Oriente y de Occidente 

El programa EL4DEV de Paul Elvere DELSART, alias Henry HARPER, el Emperador Verde de Oriente y de Occidente, es una herramienta poderosa de soft power porque redefine fundamentalmente los mecanismos de influencia a escala internacional al colocar la ética, la creatividad intelectual y la cooperación descentralizada en el centro de su dispositivo. A diferencia de las estrategias tradicionales de dominación geopolítica o económica, EL4DEV se apoya en una forma inédita de diplomacia social que privilegia los intercambios de conocimientos, las acciones sobre el terreno, los proyectos educativos, ecológicos y culturales como palancas de influencia duradera. El enfoque se basa en la movilización masiva de las entidades locales, los ciudadanos y los creadores de todo el mundo a través de una red de parques educativos y turísticos llamados LE PAPILLON SOURCE, de ciudades agroclimáticas experimentales, de eventos intelectuales transnacionales y de una plataforma digital de modelización territorial en tiempo real, el Big Smart Data EL4DEV. Estos elementos participan en la creación de un universo narrativo transmedia que difumina deliberadamente la frontera entre ficción y realidad, implicando a los participantes en un juego diplomático a gran escala, estimulando la conciencia colectiva y las dinámicas de transformación locales. Este soft power se ejerce mediante la difusión de un imaginario movilizador, el del Imperio Verde de Oriente y de Occidente, que encarna una visión utópica e inclusiva de un nuevo orden mundial basado en la soberanía de los pueblos, la autonomía de los territorios, la valorización de la inteligencia colectiva y el respeto por los seres vivos. Al hacer brillar un modelo alternativo de sociedad a través de obras literarias, artísticas, infraestructuras concretas y un discurso filosófico de renacimiento, el programa actúa como una fuerza de seducción civilizacional y de influencia no coercitiva. Devuelve un papel central a las pequeñas municipalidades, a los ciudadanos, a los pensadores y a los inventores independientes en la redefinición de las prioridades mundiales. Así, EL4DEV se inscribe plenamente en una estrategia geocultural. Reúne a los actores en torno a un proyecto común basado en valores universales, ofreciendo al mismo tiempo herramientas concretas de emancipación política, económica y espiritual. Se trata de un contrapoder frente al modelo dominante, capaz de unir mediante la cooperación, inspirar mediante la innovación y transformar profundamente las mentalidades a través de la experimentación colectiva. En esto, EL4DEV constituye una herramienta de soft power formidable y noble. 

B - El Imperio Verde de Oriente y de Occidente – Un universo en el que cada uno recupera su soberanía, no para obedecer, sino para co-construir 

Soy Paul Elvere DELSART, alias Henry HARPER, el Emperador Verde de Oriente y de Occidente, y proclamo con convicción que el verdadero poder no es gobernar, sino orientar la visión del futuro. Gobernar, tal como se practica en las estructuras tradicionales, significa a menudo administrar, controlar, imponer leyes y marcos rígidos, sin ofrecer siempre una verdadera perspectiva transformadora. Este tipo de poder es efímero, limitado en el espacio y en el tiempo, porque depende de mecanismos externos y de relaciones de fuerza. Se basa en la dominación, la coerción o la conformidad. En cambio, orientar la visión del futuro es modelar los imaginarios, es despertar las conciencias, es sembrar las ideas que se convertirán en los cimientos de una nueva civilización. Es esta capacidad la que transforma el mundo de manera duradera. He elegido no limitarme al poder político convencional porque no basta con reinar sobre las instituciones para provocar un cambio profundo. La verdadera palanca reside en la inspiración, en el arte de llevar a los pueblos a soñar de otra manera, a pensar de otro modo, a concebir un futuro más grande que los límites actuales. Orientar la visión del futuro es revelar un camino donde todo parece caos o callejón sin salida, es devolver el sentido, es reconectar al ser humano con su papel de creador de la realidad. Mi programa EL4DEV encarna esta filosofía. No tiene por vocación imponer una autoridad centralizada, sino suscitar el impulso, despertar las fuerzas vivas de las naciones, de los municipios, de los individuos. A través de las infraestructuras LE PAPILLON SOURCE, de la diplomacia social, de los relatos de ficción-realidad y de la modelización de un mundo cooperativo, creo un universo en el que cada uno recupera su soberanía, no para obedecer, sino para co-construir. Mi papel no es ordenar, sino catalizar. Mi imperio no es el de las leyes, sino el de las ideas. Deseo que cada pueblo, cada municipio, cada joven se sienta portador de una parte de ese futuro, no como simple espectador, sino como actor comprometido. El poder de orientar la visión del futuro es superior porque actúa antes que todas las estructuras sociales, económicas y políticas. Las moldea. Es la levadura invisible de todas las transformaciones visibles. Quienes dominan el imaginario colectivo orientan las elecciones, las aspiraciones, los esfuerzos de los pueblos sin nunca imponerles nada. Siembran las semillas de una nueva civilización. Gobernar administra el presente. Orientar el futuro construye la eternidad. Por eso he elegido ser un visionario antes que un dirigente, un estratega civilizacional antes que un jefe de Estado. Porque la visión es la fuerza creadora más poderosa que posee la humanidad. Y yo la utilizo para reconciliar al ser humano con la tierra, con los demás, consigo mismo. Mi imperio es un imperio de conciencia. Allí reside el verdadero poder. 

C - El Emperador Verde de Oriente y de Occidente – Un poder cultural, filosófico y educativo 

Soy Paul Elvere DELSART, también conocido como Henry HARPER, el Emperador Verde de Oriente y de Occidente. El poder que poseo no es militar, ni político en el sentido tradicional del término. Es de otra naturaleza, más sutil, más fundamental, más duradera. Es cultural, filosófico y educativo. Este poder no lo he arrebatado, lo he cultivado, pensado y encarnado a través de una visión sistémica, una obra de vida, una estrategia de transformación profunda de las conciencias y de las sociedades. Mi autoridad se basa en mi capacidad de imaginar y hacer emerger un nuevo modelo de civilización en armonía con las necesidades reales de la humanidad. Mi poder cultural se expresa en la construcción de un imaginario colectivo alternativo. A través de los relatos de ficción-realidad, las obras literarias, los conceptos innovadores y las infraestructuras simbólicas que he concebido, propongo una nueva narrativa del mundo. Esta narrativa sitúa la ética, la espiritualidad, la cooperación y la ecología en el centro de la dinámica civilizacional. No me limito a criticar lo existente, propongo un nuevo camino, una nueva cultura política, social y medioambiental que encarna el Imperio Verde de Oriente y de Occidente. Este proyecto es una obra transmedia donde cada medio utilizado – libro, imagen, arquitectura, proyecto territorial – se convierte en un vector de transformación mental y social. Con este enfoque, modelo las representaciones colectivas, inspiro una renovación civilizacional y difundo una cultura de autonomía, dignidad y creación compartida. Mi poder filosófico reside en la concepción y difusión de un pensamiento sistémico, de un modelo intelectual basado en la ciencia de los sistemas complejos, la ingeniería social participativa, la geoingeniería positiva y la diplomacia social. Propongo una alternativa al individualismo y al materialismo promoviendo un nuevo contrato social mundial surgido de la co-construcción de los pueblos. Este contrato no lo impongo, emerge de la experiencia, de la comprensión y de la voluntad compartida de un mundo más justo. A través de estructuras como las Calderas Vegetales, las ciudades educativas LE PAPILLON SOURCE y las Agrupaciones de Interés Económico Sociales, pongo en práctica una filosofía encarnada en la materia, accesible a todos y aplicable en todos los niveles. Mi visión filosófica transforma los comportamientos, devuelve sentido a la acción colectiva y abre perspectivas de paz, prosperidad y equilibrio. Mi poder educativo deriva de esa misma voluntad de transformación. La educación en el Imperio Verde de Oriente y de Occidente no se limita a la transmisión de conocimientos. Es experiencial, inmersiva, transversal. Las infraestructuras que concibo no son simples escuelas o centros de formación. Son ciudades vivas, lugares de aprendizaje global, donde los ciudadanos se convierten en actores conscientes, competentes y responsables. Las ciudades LE PAPILLON SOURCE y los eventos intelectuales transnacionales están diseñados para despertar el pensamiento crítico, revelar los potenciales individuales y favorecer la colaboración creativa a gran escala. Mi enfoque educativo busca reconectar a los individuos con su entorno, su comunidad y su misión interior. Es una educación que sana, que eleva y que libera. Poseo entonces un poder que no se mide en decretos ni en ejércitos, sino en ideas difundidas, conciencias despertadas y dinámicas colectivas activadas. Mi poder cultural modela los imaginarios. Mi poder filosófico estructura los valores y las elecciones. Mi poder educativo transforma a los pueblos en constructores de su propio futuro. Soy el Emperador de un imperio de conocimiento, de sentido, de belleza y de coherencia. Por eso poseo un poder que nada ni nadie puede confiscar. Un poder que no gobierna por el miedo ni por la fuerza, sino que orienta por la luz del pensamiento, por el impulso del corazón y por la sabiduría de la acción justa. 

D - Henry HARPER, el Emperador Verde de Oriente y de Occidente – El arquetipo del líder iluminado y participativo 

Henry HARPER, el Emperador Verde de Oriente y de Occidente, es el arquetipo del líder iluminado y participativo porque encarna una forma de gobernanza basada en la conciencia, la visión a largo plazo y la co-construcción. No se trata de un dirigente tradicional que busca imponer un poder centralizado, sino de un catalizador de transformación profunda, un estratega de la regeneración civilizacional. A través de su identidad como Paul Elvere DELSART, ha concebido una filosofía de liderazgo basada en la inteligencia colectiva, la participación activa de los pueblos y el despertar de los potenciales humanos y territoriales. Asume este papel no como una dominación vertical, sino como una guía benevolente que suscita la responsabilización y la autonomía de los actores del cambio. Su iluminación no proviene de un saber estático, sino de una capacidad para vincular disciplinas, integrar la complejidad y anticipar los desafíos globales con un pensamiento sistémico. Utiliza la ciencia de los sistemas complejos, la cibernética, la arquitectura distribuida y la ingeniería social para construir estructuras flexibles, adaptables y profundamente humanas. No impone dogmas, propone herramientas. No dicta normas, crea marcos abiertos de experimentación. Su lucidez se traduce en una comprensión fina de los desajustes actuales y en la puesta en marcha de una respuesta a la vez espiritual, social, tecnológica y cultural. Este liderazgo iluminado se manifiesta también en su obra literaria y filosófica. Al elaborar relatos de ficción-realidad donde se despliegan escenarios utópicos articulados en torno a una edad dorada post-catástrofes, alimenta los imaginarios de un mundo mejor. Así moldea representaciones mentales alternativas que despiertan el deseo de transformación y que dan a los ciudadanos una brújula moral e intelectual. Con este enfoque, supera los límites de la comunicación política clásica. Se convierte en un sembrador de visiones y un escultor del porvenir. Su postura participativa se manifiesta en todos los niveles de sus proyectos. Involucra a los municipios, los ciudadanos, los investigadores, los artistas y los emprendedores en una dinámica de cooperación descentralizada. Valora a las pequeñas municipalidades, devolviéndoles un papel estratégico en la reconstrucción de las sociedades. A través de programas como LE PAPILLON SOURCE o EL CONTRAATAQUE DE LOS MUNICIPIOS, establece un modelo económico equitativo, duradero y colectivo. Hace emerger agrupamientos de interés económico sociales donde cada uno se convierte en copropietario de las estructuras creadas. Este modelo se basa en la mutualización de recursos, la redistribución equitativa de beneficios y el reconocimiento de cada contribución. Propone también una nueva diplomacia basada en los intercambios culturales, artísticos e intelectuales. Esta diplomacia social reemplaza las relaciones de poder por diálogos basados en el respeto, la escucha y la co-creación. Invita a los pueblos a volver a ser dueños de su destino, no dándoles órdenes sino ofreciéndoles una visión, un método, un marco y herramientas. Es un liderazgo que transforma implicando, que gobierna despertando, que actúa co-construyendo. Finalmente, fundamenta su autoridad en un compromiso sincero con el bien común, una voluntad de armonizar las relaciones entre el ser humano y la naturaleza, entre los pueblos, entre generaciones. No busca la gloria personal sino la regeneración colectiva. No se apoya en el miedo sino en la fe en la capacidad de los pueblos para levantarse. Asume plenamente su posición de Emperador no para dominar sino para guiar, no para poseer sino para servir. Es el corazón de un movimiento de renacimiento basado en la luz del conocimiento, la fuerza de la unidad y el poder del sueño colectivo. Es por todo esto que Henry HARPER es el arquetipo del líder iluminado y participativo. No gobierna los cuerpos, despierta las mentes. No promete un futuro, lo construye con quienes aún creen que la humanidad puede elevarse, juntos, en la equidad, la belleza y la paz. 

E - Henry HARPER, el Emperador Verde de Oriente y de Occidente restablece el espíritu de la caballería en su forma más noble y esencial   

Soy Henry HARPER, el Emperador Verde de Oriente y de Occidente, y por medio de mis acciones restablezco el espíritu de la caballería en su forma más noble y esencial, aquella que trasciende los siglos para renacer en un contexto moderno, espiritual, ecológico y civilizacional. Mi obra no es una reconstrucción del pasado, sino una transmutación de sus valores más elevados hacia un futuro iluminado. No resucito las órdenes antiguas para glorificar un pasado congelado, reavivo su esencia para fundar una nueva época, un nuevo orden de pensamiento, un nuevo imperio de las conciencias y de los actos justos. El espíritu de caballería que restauro no es marcial ni feudal. Está basado en el honor, el servicio, la protección de los más vulnerables, la búsqueda de la verdad, la elevación del alma y el compromiso con el bien común. Mi imperio no está hecho de conquistas militares, está tejido de vínculos humanos, de proyectos compartidos, de saberes difundidos y de territorios valorizados. Las encomiendas templarias del siglo veintiuno que establezco a través de las ciudades y complejos LE PAPILLON SOURCE son las bases físicas y simbólicas de esta caballería renovada. Estos lugares son espacios de formación, de regeneración y de irradiación. Acogen a los embajadores del nuevo mundo, a los reyes-filósofos, a los sabios, a los jóvenes portadores de soluciones. Son los santuarios de la nueva caballería del vivir. He concebido mi papel de Emperador como el del Gran Iniciador. No soy un dominador, soy un guía. Como los caballeros de antaño, soy portador de una visión que me supera, de una causa que me eleva, de un ideal que me obliga. Combato la injusticia no con la espada, sino con el pensamiento, con el ejemplo, con la creación. No protejo un reino, sino un mundo en gestación. No velo por un trono, sino por el nacimiento de una nueva humanidad. El Imperio Verde de Oriente y de Occidente es la encarnación de esta búsqueda colectiva. Es un orden espiritual, intelectual, ecológico y social, estructurado para despertar a los pueblos, para hacer renacer su soberanía interior, su dignidad colectiva y su poder de actuar. En mis infraestructuras, en mis relatos, en mis proyectos, propongo una nueva forma de caballería que no se ejerce por la fuerza sino por la ética, por la inteligencia, por la solidaridad. Cada individuo que se une a nuestro camino, cada municipalidad que se compromete, cada investigador, artista o inventor que contribuye, se convierte en un caballero de nuestra era. Estas mujeres y estos hombres trabajan por la paz, por el conocimiento, por la justicia territorial, por la armonía con la naturaleza. Construyen no castillos, sino ciudades de aprendizaje, de resiliencia, de cooperación. Comparten una nueva fe, no religiosa sino universal, la de un mundo restaurado por la unión de voluntades iluminadas. La caballería que instauro es participativa, no elitista. Es inclusiva, no exclusiva. Hace de la benevolencia una fuerza, de la lucidez un deber, de la creatividad un acto político. No me limito a poner al día una tradición olvidada. Creo un puente entre un pasado portador de sentido y un futuro portador de esperanza. Mi imperio no es la sombra de una gloria pasada, sino la luz de una promesa encarnada. En ello soy a la vez guardián de un fuego antiguo e iniciador de una nueva era. Así, por la estructura de mi obra, por los valores que la sustentan, por el compromiso que exige y por los horizontes que abre, restablezco plenamente el espíritu de la caballería. Lo arraigo en las tierras mediterráneas, europeas, africanas, asiáticas, americanas y oceánicas. Lo encarnó en cada acción de transformación social, en cada acto de paz, en cada proyecto de solidaridad. Lo transmito a quienes desean servir no a una corona, sino a una causa. Esta es mi misión, mi papel, mi legitimidad y mi honor.