1 - Análisis comparativo entre Paul Elvere DELSART y Jacques FRESCO (1916-2017)
Paul Elvere DELSART y Jacques FRESCO comparten una ambición común: transformar profundamente la sociedad mundial. Ambos son portadores de utopías globales que buscan refundar las bases de la organización humana. Sin embargo, sus visiones, métodos y fundamentos ideológicos divergen radicalmente. Paul Elvere DELSART defiende una nueva sociedad basada en la cooperación internacional, la espiritualidad, la ecología, la ingeniería social y un enfoque suave de la geoingeniería. A través de su programa EL4DEV, imagina un mundo donde los pueblos participan activamente en un vasto proceso de co-construcción, apoyado por dinámicas transnacionales que combinan innovación, diplomacia social y valores éticos. Su enfoque integra dispositivos tanto físicos como simbólicos, como las ciudades educativas y ecológicas certificadas LE PAPILLON SOURCE, así como las Calderas Vegetales, estructuras vegetales verticales emisoras de ondas beneficiosas, diseñadas para revitalizar ecosistemas y transformar paisajes de manera poética y regenerativa. Uno de los elementos centrales de su método se basa en una gestión evolutiva del cambio social mediante un sistema de información global: el Big Smart Data EL4DEV. Esta herramienta permite seguir en tiempo real, modelar y ajustar las dinámicas territoriales iniciadas por los actores locales. Es una interfaz de colaboración y conocimiento colectivo, capaz de agregar experiencias sociales, culturales y ambientales para alimentar un modelo de gobernanza distribuido, flexible y participativo. Por el contrario, Jacques FRESCO aboga por una sociedad libre de dinero, política o espiritualidad, completamente gobernada por la ciencia y la racionalidad. Su Proyecto Venus se basa en la planificación sistemática de las necesidades humanas mediante tecnologías avanzadas y ciudades automatizadas. Rechaza los modelos culturales o simbólicos, prefiriendo un funcionamiento puramente tecnocrático, en el que las decisiones son tomadas por expertos y las estructuras sociales están diseñadas para una eficiencia máxima. Mientras que DELSART integra relatos de ficción social, arte, narración inmersiva y diplomacia emocional como palancas de transformación, FRESCO apuesta únicamente por la ingeniería, la robotización y las simulaciones racionales de comportamiento. DELSART actúa localmente para iniciar un cambio global, anclado en las realidades específicas de los territorios y los pueblos. FRESCO, en cambio, imagina un modelo universal y descontextualizado, elaborado desde una perspectiva descendente (top-down). La dimensión espiritual y filosófica es central en la obra de Paul Elvere DELSART. Busca despertar las conciencias a través de un proyecto transdisciplinario que involucra a la juventud, las comunidades, los investigadores y los creadores en un movimiento experiencial mundial. Valora las alianzas entre la ciencia suave, la intuición, la memoria cultural y la responsabilidad colectiva. Jacques FRESCO, en cambio, adopta una postura decididamente materialista y funcionalista, rechazando cualquier enfoque emocional o metafísico por considerarlo un obstáculo para la organización óptima de la sociedad. En resumen, Paul Elvere DELSART propone una visión ecosistémica, poética y regenerativa del futuro, que combina geoingeniería suave y gobernanza mediante inteligencia colectiva. Jacques FRESCO encarna una utopía racional y científica, estrictamente tecnológica, orientada al rendimiento y la optimización global. Dos lenguajes, dos mundos, pero una misma voluntad de repensar el destino de la humanidad.
2 - Análisis comparativo entre Paul Elvere DELSART y Buckminster FULLER (1895-1983)
Visión global del mundo y finalidad: Paul Elvere DELSART y Buckminster FULLER comparten una ambición común: transformar radicalmente el funcionamiento de las sociedades humanas. Ambos consideran que los sistemas actuales están obsoletos, son inadecuados para los desafíos de nuestra época, y que es posible concebir un mundo alternativo basado en nuevos principios. Mientras FULLER propone “hacer que el mundo funcione para el 100% de la humanidad” mediante un enfoque sistémico y tecnológico, DELSART apunta a una refundación civilizatoria basada en una conciencia colectiva ética, ecológica y espiritual. Paul Elvere DELSART se distingue por un enfoque integrador que combina geoingeniería suave, participación ciudadana, diplomacia social y narrativa ficcional inmersiva. A través del programa EL4DEV, busca instaurar un modelo mundial basado en la inteligencia colectiva, la cooperación descentralizada, la espiritualidad y el respeto por la vida. Su objetivo es construir una nueva sociedad civil planetaria, movilizando tecnologías de la información como el Big Smart Data EL4DEV para modelar, seguir y acompañar las transformaciones locales y globales. Buckminster FULLER, por su parte, fue un diseñador global, inventor de la cúpula geodésica, teórico de la economía dymaxion y pionero del pensamiento sistémico. Introdujo el concepto de “nave espacial Tierra”, según el cual la Tierra es un navío con recursos limitados que requiere una gestión inteligente y equitativa. Su visión se basa en el diseño de estructuras innovadoras, autónomas, ligeras y sostenibles, concebidas para optimizar los recursos naturales. Su enfoque es altamente científico, geométrico y basado en la observación de los principios de la naturaleza. Métodos, sistemas y herramientas: Paul Elvere DELSART desarrolla un conjunto de programas interconectados: infraestructuras vegetales multifuncionales (las Calderas Vegetales), ciudades turísticas y educativas (LE PAPILLON SOURCE), iniciativas culturales y diplomáticas (Diplomacia Social), así como un sistema digital de gobernanza participativa (el Big Smart Data EL4DEV). Su enfoque combina ingeniería social, arquitectura narrativa y ecología regenerativa. Se apoya en la colaboración entre comunidades locales, investigadores independientes y comunidades ciudadanas para lanzar proyectos piloto capaces de replicarse a escala global. Buckminster FULLER, en cambio, diseña estructuras arquitectónicas visionarias (cúpulas geodésicas, casas Dymaxion, coches Dymaxion), además de desarrollar modelos de pensamiento global como el World Game, una simulación para la gestión mundial de los recursos. Ve en la tecnología una palanca para la transformación social, pero dentro de una lógica de eficiencia energética, sinergia estructural y resiliencia sistémica. Lugar del ser humano y dimensión filosófica: DELSART sitúa al ser humano en el centro de un proceso de co-creación espiritual y colectiva. Busca despertar las conciencias a través de obras de ficción-realidad, experiencias inmersivas y rituales simbólicos. Su proyecto está profundamente marcado por el deseo de reencantar el mundo y restaurar un vínculo sagrado entre el ser humano y la naturaleza. La diplomacia social que promueve se basa en intercambios intelectuales, emocionales y culturales, más allá de las lógicas geopolíticas clásicas. FULLER adopta una postura más cósmica y universalista. Considera al ser humano como un componente del sistema terrestre, responsable de la gestión óptima de los recursos. Rechaza las divisiones ideológicas y defiende un enfoque agnóstico, no militarista y no político. Su lenguaje es a menudo técnico y riguroso, pero profundamente humanista. Ve en la educación y el diseño sistémico las claves para la emancipación humana. Diferencias fundamentales: Mientras Paul Elvere DELSART impulsa dinámicas sociales concretas desde territorios específicos (como el Mediterráneo o los pequeños municipios), FULLER adopta un enfoque más abstracto y global, a escala planetaria desde el inicio. DELSART valora una hibridación entre ciencia, espiritualidad y arte, mientras que FULLER privilegia la ciencia, la tecnología y la geometría como herramientas de regeneración. El modelo de DELSART está fuertemente encarnado en infraestructuras físicas y sociales, concebidas como espacios de transformación cultural y educativa. El de FULLER se basa en conceptos experimentales, que a menudo permanecieron en estado de prototipo o teoría, pero que influyeron profundamente en los movimientos de arquitectura sostenible, economía circular y diseño global. Conclusión: Paul Elvere DELSART y Buckminster FULLER representan dos figuras complementarias del pensamiento alternativo global. Ambos proponen una reinvención del mundo por medios no convencionales, fuera de las estructuras estatales tradicionales. DELSART, con su enfoque transdisciplinario, narrativo y ecoespiritual, invita a un renacimiento consciente y colectivo. FULLER, con su mirada de ingeniero-poeta de la Tierra, impulsa una reinvención sistémica del funcionamiento del mundo a través de la rigurosidad y la innovación. El primero crea un mundo inmersivo en el que cada ciudadano se convierte en actor de un cambio sensible, tangible y simbólico. El segundo imagina un mundo en el que los sistemas bien diseñados liberan al ser humano para dedicarse a lo esencial: la creatividad y la supervivencia inteligente de la especie.
3 - Análisis comparativo entre Paul Elvere DELSART y Pierre RABHI (1938-2021)
Visión del mundo e intención fundamental: Paul Elvere DELSART y Pierre RABHI coinciden en un diagnóstico crítico del mundo moderno: el callejón sin salida civilizatorio actual es insostenible para el ser humano y para el planeta. Ambos buscan instaurar un nuevo modelo de sociedad basado en la sobriedad, la armonía con la naturaleza, la justicia social y una transformación profunda de los valores humanos. Para Pierre RABHI, la respuesta a la crisis mundial reside en la “sobriedad feliz”, una forma de decrecimiento elegido y ético, en armonía con lo vivo. Promueve una revolución interior y un retorno a la tierra como fundamento de un modelo posmaterialista. Valora el arraigo local, la agroecología, la simplicidad voluntaria y la espiritualidad. Paul Elvere DELSART, por su parte, propone una reconfiguración mundial participativa a través del programa EL4DEV, que combina geoingeniería natural, tecnologías de la información, ficciones inmersivas y cooperación descentralizada. Su enfoque es más sistémico, tecnológico y estructurado a gran escala. Aspira a transformar no solo nuestras prácticas, sino también nuestras estructuras colectivas mediante proyectos innovadores como las Calderas Vegetales y las ciudades educativas LE PAPILLON SOURCE. Métodos y herramientas de transformación: Pierre RABHI apuesta por la transmisión oral, los libros de reflexión, las granjas-escuela y la ejemplaridad local. Su principal herramienta es la práctica agroecológica, entendida tanto como acto filosófico como agrícola. Fundó iniciativas como el movimiento de los Colibríes, que invita a cada persona a “hacer su parte”. Paul Elvere DELSART moviliza una arquitectura mucho más compleja y tecnológica: propone un modelo de sociedad basado en Agrupaciones de Interés Económico Sociales, un sistema de información mundial participativo (el Big Smart Data EL4DEV), una diplomacia social y una inmersión narrativa donde la frontera entre ficción y realidad está deliberadamente desdibujada. Su acción se organiza en varios niveles (local, nacional, continental) con un espíritu de juego de rol civilizacional. Relación con la naturaleza y la espiritualidad: En Pierre RABHI, la naturaleza es sagrada. Adopta un enfoque ecoespiritual radical, muy cercano a las tradiciones rurales y a una relación mística con la tierra. Habla de la “Madre Tierra” y valora un vínculo directo, afectivo y respetuoso con lo vivo. Su espiritualidad es íntima, silenciosa, despojada, a menudo fruto de un sincretismo entre sabiduría sufí, cristiana e indígena. En Paul Elvere DELSART, la espiritualidad está integrada dentro de un enfoque sistémico, alimentado por el esoterismo, el simbolismo y una mitología reinventada. Se encarna en estructuras tanto materiales como simbólicas —como las encomiendas vegetales del Imperio Verde de Oriente y de Occidente— y en una visión transhumanista ecoespiritual aumentada. Su relación con la naturaleza pasa por una tecnología suave, que amplifica la capacidad de la biosfera para regenerarse, manteniéndose en armonía con los ciclos de la vida. Arraigo territorial y escala de acción: Pierre RABHI actúa principalmente a escala local, a escala humana. Defiende las pequeñas explotaciones agrícolas, la relocalización y las iniciativas ciudadanas autónomas. Considera que la transformación comienza en la intimidad del gesto simple, dentro de una lógica de resiliencia comunitaria. Paul Elvere DELSART inicia sus proyectos desde lo local, pero con una vocación transnacional. Las pequeñas comunidades son las piedras angulares de un sistema global interconectado, diseñado para ser modelizado, replicado y extendido por todo el planeta. No se trata de retirarse del mundo, sino de reconfigurarlo estructuralmente, integrando las dimensiones social, ecológica, cultural y tecnológica. Lenguaje y postura pública: RABHI utiliza un lenguaje simple, accesible, poético, impregnado de sabiduría popular. Habla de la humildad del ser humano frente a la creación, de la importancia de desacelerar, de reconectarse con lo esencial. DELSART despliega un lenguaje conceptual, multidimensional e híbrido, que mezcla términos técnicos, filosóficos, geopolíticos y narrativos. Se dirige a una población variada, pero utiliza una densidad intelectual y simbólica alta, que convierte su obra en una especie de mitología de vanguardia. Conclusión: Pierre RABHI y Paul Elvere DELSART encarnan dos caminos de ruptura frente al modelo dominante: uno mediante la retirada voluntaria, el otro mediante la reconstrucción estratégica. Uno invita a simplificarse, a regresar a una vida sobria e interior. El otro impulsa una complejidad lúcida, construyendo nuevas estructuras sociales a través de la creación colectiva, la tecnología y el compromiso transnacional. Ambos, sin embargo, nos recuerdan que la transformación del mundo pasa ante todo por una mutación de las conciencias, y que la naturaleza, la ética, la cooperación y la espiritualidad deben ser sus pilares fundamentales.