El Imperio Verde de Oriente y de Occidente de Paul Elvere DELSART – Un juego transformador en las fronteras de lo real 

El Imperio Verde de Oriente y de Occidente, también conocido como la Confederación EL4DEV, va mucho más allá de la noción clásica de juego. Concebido por Paul Elvere DELSART, este universo no es solo un proyecto narrativo ni una utopía especulativa; es un juego de transformación de la realidad, una mecánica mundial de cocreación en la que los jugadores se convierten en arquitectos activos de un nuevo orden civilizacional. En la encrucijada entre el juego de rol en vivo, el serious game geopolítico y la ficción especulativa encarnada, este proyecto redefine la frontera entre narración y acción, entre ficción y realidad. 

1 - Una estructura lúdica con ramificaciones globales   

El universo lúdico de la Confederación EL4DEV se basa en una narrativa transmedia orquestada a escala planetaria. Cada soporte – novela, ensayo, cómic, arte conceptual, vídeo, evento, infraestructura física – se convierte en un canal narrativo complementario que enriquece la visión global del mundo en el que evolucionan los jugadores. Las obras escritas por Paul Elvere DELSART actúan tanto como libros de reglas, manifiestos y guías filosóficas. Estos relatos de ficción-realidad constituyen la base narrativa de un universo denso, a la vez utópico, espiritual, tecnológico y poéticamente realista. El juego se encarna en la realidad a través de acciones concretas: el diseño y la co-construcción de infraestructuras como las Calderas Vegetales, parques ecopaisajes y ciudades autogestionadas bajo el sello LE PAPILLON SOURCE. Estas infraestructuras son tanto tableros de juego físicos como las bases de la orden caballeresca moderna del Imperio Verde de Oriente y de Occidente. Los jugadores se convierten entonces en embajadores, filósofos-reyes, constructores de una nueva edad dorada

2 - Una jugabilidad (gameplay) social – cada acción cambia el mundo   

Al igual que en un juego de estrategia global, el Imperio Verde de Oriente y de Occidente moviliza dinámicas geopolíticas, económicas, sociales, ecológicas y espirituales. El jugador no interactúa con píxeles, sino con personas, comunidades y territorios. Cada misión es una iniciativa de cooperación, cada desafío una crisis social real que debe resolverse mediante la inteligencia colectiva. La inmersión es tal que la distinción entre ficción y mundo real se desvanece: lo que el jugador hace en el Imperio transforma concretamente las sociedades, los ecosistemas y las instituciones. Participar en este juego es unirse a un movimiento de coingeniería mundial llamado EL4DEV. Es comprender las reglas de un sistema complejo, iniciarse en una nueva diplomacia – la diplomacia social –, diseñar modelos de gobernanza alternativos y contribuir a la construcción de una nueva sociedad civil mundial

3 - Un universo de una riqueza sin precedentes   

El universo de la Confederación EL4DEV es un mundo paralelo que se entrelaza con el nuestro. Es una tierra post-crisis, post-distópica, donde el Emperador Verde de Oriente y de Occidente – figura enigmática encarnada por Paul Elvere DELSART – inicia un Renacimiento mundial. Esta sociedad imaginaria, aunque futurista, está profundamente arraigada en los problemas contemporáneos: cambio climático, colapso de los sistemas económicos, pérdida de referencias culturales, crisis de sentido. Las ciudades e infraestructuras del Imperio Verde de Oriente y de Occidente son auténticas arenas de juego: educan, producen, curan, regeneran. Cada complejo LE PAPILLON SOURCE es una encomienda templaria del siglo XXI, un espacio de experimentación colectiva, una escuela de sabiduría aplicada. Los jugadores allí aprenden autonomía, agricultura alternativa, gestión de recursos, diplomacia, pero también contemplación y creación artística

4 - Una obra de ingeniería social total 

El proyecto EL4DEV es una obra de ingeniería social sistémica. Moviliza conceptos de cibernética, centrado en redes, diplomacia descentralizada y gobernanza distribuida. Actúa de forma fractal: desde pequeñas municipalidades hasta uniones transcontinentales, cada actor tiene un papel que desempeñar en la configuración final del mundo. Así, el jugador se convierte en coautor, colegislador y corregulador de un nuevo contrato social mundial. Las reglas del juego son evolutivas, coconstruidas y siempre contextualizadas. Están definidas en los escritos fundacionales de Paul Elvere DELSART, difundidas a través de obras de ficción-realidad, pero cobran vida en las decisiones locales y en las alianzas transnacionales. El juego no tiene fin ni límite geográfico: es tan vasto como la humanidad misma. 

5 - Una experiencia inmersiva, filosófica y política 

La experiencia de juego en la Confederación EL4DEV es un camino iniciático. Involucra a los jugadores intelectual, emocional y espiritualmente. Es un acto de fe en la inteligencia colectiva y el poder de la cooperación. Es una declaración de guerra contra el individualismo, el consumismo y el cinismo. La originalidad del Imperio Verde de Oriente y de Occidente reside en su ambición: crear una obra viva, una ficción encarnada, un mundo paralelo autorrealizador. No se trata de escapar de la realidad, sino de reencantarla mediante la imaginación y la acción colectiva. Este juego, único en su género, propone otro camino, una alternativa a la globalización tecnocrática: el de un imperio de las conciencias, de los saberes compartidos y de las tierras restauradas

Conclusión – Jugar para construir un mundo nuevo 

El Imperio Verde de Oriente y de Occidente, o Confederación EL4DEV, no es un juego como los demás. Es el único cuyo objetivo principal es transformar la realidad. Un juego donde los ganadores son aquellos que logran reunir, inspirar y construir. Un juego donde las reglas son filosofías de vida, las misiones proyectos de sociedad, y los puntos avances concretos en el planeta Tierra. Los escritos de Paul Elvere DELSART, verdaderos grimorios modernos, no son ficciones para huir de la realidad, sino llaves para meditar. Son puertas de entrada a un universo tan vasto como la imaginación humana, tan realista como las iniciativas e infraestructuras que hoy germinan en las tierras de Torreblanca en España, de Francia, de Marruecos, de Grecia o de Camerún. Unirse a este juego es atreverse a soñar, pero sobre todo, a actuar. Es inscribir su nombre en la Historia, no como un jugador pasivo, sino como un constructor activo del Imperio Verde de Oriente y de Occidente.